sábado, 24 de abril de 2010

HIGIENE DEL PACIENTE

Antes de iniciar la higiene se debe informar al paciente de lo que vamos a hacer. Se ha de valorar y tener en cuenta el estado del paciente para su propio bienestar y para realizar una buena práctica de enfermería.

Se tiene que solicitar la colaboración del paciente, si este puede, para que se independice lo más rápidamente posible.

INTIMIDAD
Antes de iniciar la higiene del paciente debemos procurar reservar y respetar su intimidad, para ello:
Aislaremos al paciente de su compañero de habitación corriendo la cortina o colocando un biombo.
Pondremos una señal fuera de la habitación que haga referencia a que en ese momento estamos realizando la higiene, prohibiendo la entrada.
Descubrir únicamente la zona en la que se va a realizar la higiene cubriendo las demás partes de cuerpo.
Hacer salir a las visitas si el paciente así lo desea.
Darle la oportunidad de que él mismo realice la higiene si puede hacerlo (sobre todo genitales y zonas comprometi-das).

PROCEDIMIENTO

Lavado de manos (higiénico).
Evitar corrientes de aire (cerrar puertas y ventanas).
Aislar al paciente si la habitación es compartida.
Informar al paciente de que le vamos a realizar la higiene completa, dándole la oportunidad de ir antes al lavabo si lo desea.
Tendremos todo el material a utilizar ya preparado.
Colocar la cama horizontal si el paciente y su patología nos lo permite.
Retirar la almohada y desenganchar las sábanas sucias del colchón.
Desnudaremos o se desnudará el propio paciente, en el caso de que pueda hacerlo. Lo taparemos con la sábana superior destapando únicamente la zona a limpiar.
Lavaremos la cabeza si aquel día es necesario o el enfermo nos lo dice.
Limpiaremos la cara con agua incluyendo ojos, orejas, cavidad bucal y cuello que seguidamente secaremos.
Lavar tórax y abdomen (incluyendo extremidades superio-res, brazo, antebrazo y manos).
Lavar las piernas, por delante y detrás, y los pies, teniendo en cuenta las zonas interdigitales y los talones ya que en esta zona se producen abrasiones al estar mucho tiempo encamado. Referente a los pies hay que tener sumo cuidado sobretodo en pacientes diabéticos.
Lavar genitales y aclarar con una jarra poniendo debajo del paciente una cuña.
Lavar la espalda, glúteos y ano.
Importante: Siempre que se lave una zona aclarar y secar seguidamente
Hidratar y peinar.
Poner pijama y sábanas limpias.
Recoger y ordenar el equipo utilizado.
Respecto al lavado de genitales tendremos en cuenta que:
En el hombre: Se retirará el prepucio hacia atrás y se lavará en espiral de la zona más proxi-mal a la más distal, se enjua-gará y se secará bien, se retira el prepucio a su posición inicial (si el señor lleva sonda vesical, se le pondrá un poco de polividona para mantener la zona más limpia).
En la mujer: La higiene se realizará desde el pubis hacia la parte perianal, (si se ha de hacer dos veces cambiamos la esponja, ya que al haber tocado la zona perianal se podría contaminar el meato o la vagina) luego enjuagaría y secaría la zona, siempre de delante hacia atrás. Si la señora fuera con sonda vesical, también pondría-mos polivi-dona para mante-ner la zona más limpia.

Importante: Cuando se realiza la higiene del paciente encamado, es uno de los momentos en que se puede establecer buena comunicación y a su vez se puede observar el estado de la piel, mucosas, movili-dad, etc., esto es importante ya que ayuda a conocer más al enfermo y a poder evitar posibles úlceras etc.

MANTENIMIENTO
Es necesario e importante revisar la higiene de los enfermos encamados durante el día y la noche, puesto que el paciente no se puede mover y nosotros somos responsables de él.
Por ejemplo, las personas encamadas necesitan una cuña para evacuar y si esta no está bien colocada el paciente se moja, lo que supone un riesgo de irritación cutánea, y como las higienes generales se realizan por la mañana al cabo del día la irritación se puede producir si no se va revi-sando, sobre todo en este tipo de pacientes.
Siempre debemos revisar la higiene respetando la intimidad y descanso del paciente y también informarle de nuestra revisión, o preguntarle si está mojado o no y actuar en función de la respuesta y necesidades.

REGISTRO
Hay que anotar el nombre del paciente, hora, zonas lavadas (si la higiene ha sido completa o no), la respues-ta del paciente frente al procedimiento (si ha colaborado o no, etc.) y el estado de la piel.

CONSIDERACIONES GENERALES
La piel constituye la primera línea de defensa del organismo frente a la infección, es por ello que su cuidado en cuanto a la higiene y conservación se convierten en una de las tareas del profesional de la Enfermería durante el proceso de hospitalización.
Nuestra actuación se centrará en proporcionar comodidad y bienestar al paciente participando en:

Limpieza y cuidado de la piel
Limpieza y cuidado de la uñas
Limpieza y cuidado de los órganos auditivos y de la vista
Limpieza y cuidado de la cavidad bucal
Limpieza y peinado del cabello
Afeitado

Pero no todos los pacientes precisan de nuestra ayuda para estas tareas, por lo que valoraremos su capacidad de autosuficiencia según la siguiente escala:

Paciente independiente: No tiene disminuida su capacidad para mantener y llevar a cabo su aseo personal. Nuestro deber será recordar la importancia del aseo diario siempre con respeto y delicadeza.

Paciente semidependiente: Es aquel que tiene disminuida parcialmente su capacidad de autosuficiencia. Como ejemplo pongamos un paciente intervenido quirúrgicamente de cadera, lo que le impide levantarse, pero no realizar el aseo de cara, boca, incluso genitales, aunque habrá que prestarle ayuda en el aseo del cuerpo.

Paciente dependiente: Es aquel que va depender totalmente de nosotros para su aseo personal. Como ejemplo tenemos al paciente inconsciente.

MATERIAL NECESARIO:
Palangana
Agua tibia
Jabón ph neutro
Antiséptico (si es un paciente en preoperatorio)
3 Esponjas ( una para cara, otra para tronco y otra para genitales)
1 Toalla de baño
2 Toallas de lavabo
Crema hidratante
Colonia de baño
Peine
Tijeras
Elixir bucal
Cepillo de dientes
Depresor de lengua
Ropa de cama limpia (funda de colchón, sábana bajera, entremetida y encimera, manta si precisa, colcha, funda de almohada)
Camisón o pijama limpio
Bolsa para la ropa sucia
Guantes desechables

TÉCNICA DE LAVADO

La enfermera/o se lavará las manos correctamente, retirar anillos y pulseras que puedan dañar al paciente y se pondrá unos guantes desechables.

Procederá a retirar la ropa de cama, dejando al paciente tapado con la sábana superior o una toalla, no solo con el fin de darle calor sino también de preservar su intimidad.

Deberemos de tener precaución de los monitores, cables, así como de no mojar los apósitos que pueda tener el paciente.

Principios a tener en cuenta:

Aislar al paciente del resto mediante biombos, cortinas, etc…
Evitar corrientes de aire
Respetar la intimidad y el pudor del paciente
Evitar movimientos bruscos
No sacudir la ropa ni tirarla nunca la suelo (tenemos una bolsa para depositar la ropa sucia que vayamos retirando)
Preparar siempre con antelación todo el material que vayamos a necesitar
Si se tratara de un paciente infecto-contagioso rotularemos la bolsa que contiene la ropa sucia, indicándolo correctamente cuando finalicemos el aseo
Evitaremos rozar o arrimar la ropa del paciente nuestros uniformes, pues vamos a estar en contacto con otros pacientes a lo largo de nuestra jornada y seríamos portadores de microorganismos y gérmenes
La temperatura del agua deberá estar alrededor de 37ºC
Pondremos especial cuidado en lavar y secar bien las zonas de pliegue natural para evitar escoriaciones e infecciones por hongos
Masajearemos las zonas de prominencia ósea para reactivar la circulación y disminuir el riesgo de úlceras por presión (escaras)
Aprovecharemos el aseo para movilizar las articulaciones como medida de prevención de posibles contracturas musculares y ayuda del retorno venoso (siempre que no este contraindicado por la patología del paciente)
También aprovecharemos para valorar el estado de hidratación del paciente comprobando las posibles alteraciones (hematomas, heridas, etc..)

ASEO DE LA BOCA

Tendremos como finalidad el mantener la cavidad bucal libre de residuos alimenticios y secrecciones de la primera parte del tubo digestivo evitando la aparición de problemas como gingivitis (inflamación de las encías), caries (destrucción inflamatoria de los dientes), infecciones, deficits de salivación, etc…

Pacientes independiente y semidependiente:

Si tiene autosuficiencia para realizar por sí mismo el aseo, nuestra labor será recordarle la importancia de la realización del aseo y si no tuviera hábito, le educaremos en él procurando no herir su sensibilidad.

Orden de cepillado:

Corona de las muelas
Lateral exterior del diente, de la base al vértice
Lateral interior del diente, de la base al vértice
Insistir en el maxilar inferior, ya que es donde se acumula con mayor facilidad los restos alimenticios

Material para lavado de boca en paciente dependiente:

Batea
Torundas de gasa
Pinzas de Pean
Jeringa de 20cc
Aspirador
Sonda de aspiración
Solución desinfectante tipo oraldine
Vaselina
Vaso
Depresor de lengua
Guantes desechables
Técnica:

Utilizaremos el depresor de lengua para mantener la lengua de forma que nos permita maniobrar en la cavidad bucal. Con la pinza tomaremos la torunda que mojaremos en la solución desinfectante y con ella haremos el aseo de las encías (desde la base al vértice sin frotar) cambiando frecuentemente la torunda. Realizaremos la misma operación con los dientes.

Pasaremos a continuación a la limpieza del resto de la cavidad bucal: lengua, interior de las mejillas, interior de los labios, paladar, etc…

Después haremos la limpieza por enjuague, para ello llenaremos la jeringa de 20cc con la solución desinfectante, conectaremos la sonda al sistema de aspiración y lo abriremos. Inyectaremos el liquido sin realizar presión y al mismo tiempo introduciremos la sonda por el lado opuesto y aspiraremos el liquido introducido.

Una vez finalizado el aseo bucal aplicaremos vaselina en los labios para evitar grietas por desecamiento.

HIGIENE DE LOS OJOS

Se pretende con ello evitar el desecamiento de la conjuntiva y evitar acúmulos de secrecciones con la consiguiente obstrucción del conducto lacrimal y prevenir infecciones.

Material:

Batea
Guantes desechables
Gasas estériles
Suero fisiológico

Técnica:

Lavado de manos y calzado de guantes
Humedecer una gasa en suero fisiológico
Limpiar suavemente el ojo desde la parte interna a la externa no repitiendo la maniobra con la misma gasa
Realizar tres o cuatro pases con gasas diferentes
A continuación pasaremos al otro ojo y repetiremos la operación
Dejaremos unas gasas humedecidas en suero sobre los párpados por unos minutos
Secaremos con suaves toques de dentro afuera con gasas

Nota: El lavado ocular se puede también hacer por instilación (gota a gota) directa, abriendo y sujetando los párpados e instilando mediante una jeringa con suero fisiológico.

Al finalizar procederemos a secar suavemente de dentro a fuera con unas gasas estériles.

Si el paciente se encontrara en estado inconsciente, dejaremos unas gasas humedecidas sobre los párpados para evitar úlceras corneales por resecamiento.

ASEO DE LOS OIDOS

Material:

Guantes desechables
Batea
Torundas de algodón
Pinzas de Pean
Agua templada

Técnica:

La finalidad del aseo de los oídos es mantener limpio el pabellón auditivo externo.

Los limpiaremos con torundas montadas en una pinza y empapadas en agua templada. Procederemos de dentro afuera no olvidándonos del pliegue retroauricular. Antes de proceder al aseo, retiraremos los pedientes en caso de que los tuviera.

ASEO DE LAS UÑAS

Se trata de evitar las uñas encarnadas (sobretodo en los pies) y el almacenamiento o acúmulo de gérmenes.

Material:

Guantes desechables
Tijeras
Lima de uñas
Cepillo de uñas
Palillo de uñas
Jabón antiséptico y agua caliente
Toalla
Técnica:

Se procederá al lavado y remojo de las manos y posterior cepillado de uñas, si quedaran restos lo retiraríamos con el palillo de uñas.

Una vez limpias, procederemos a su corte: las uñas de las manos las cortaremos de forma redondeada y las de los píes las cortaremos rectas.

Nota: A los pacientes diabéticos nunca les cortaremos las uñas de los píes con tijeras, utilizaremos tan solo lima de uñas, en prevención de posibles cortes o lesiones que podríamos ocasionarle.

ASEO DEL CABELLO

Con ello pretendemos conseguir no solo la comodidad del paciente sino también evitar la obstrucción del folículo piloso, la caspa (proceso descamativo del cuero cabelludo) y evitar la aparición de pediculosis (infestación por piojos)

Paciente independiente: le invitaremos a que realice personalmente y de forma diaria, el cepillado del cuero cabelludo y el lavado como mínimo, una vez por semana.
Paciente semidependiente o dependiente: no solo no tendremos que realizar la tarea de suplencia en el lavado del cabello en los pacientes inconscientes sino también incluso, en los pacientes semidependientes que puedan realizar algunas fases de su aseo.

Material:

Dos hules de plástico o una teja de peluquería
Champú
Guantes desechables
Una toalla de baño y una de lavabo
Un cubo colector
Una jarra con agua (aproximadamente a 37ºC)
Peine
Secador de pelo

Técnica:

Calzado de guantes desechables
Colocación del paciente en decúbito supino y cama horizontal
Retirada del cabecero de la cama
Si no dispusiéramos de teja, proteger el colchón con un hule de plástico. Uniremos bajo la barbilla el hule, de forma que forme un embudo que se abra al cubo colector
Con la jarra llena de agua, mojaremos el cabello y aplicaremos el champú para realizar el lavado
Una vez aclarado el cabello, procederemos a peinar y secar

Nota: Si el paciente estuviera en estado grave y no pudiéramos realizar su aseo de esta forma, lo haríamos mediante un algodón mojado en alcohol y mechón por mechón.

IMPORTANTE

Dentro del aseo valoraremos el estado de la piel del paciente con las posibles complicaciones que puedan aparecer como puede ser la aparición de úlceras por presión (escaras) valorando los posibles puntos de presión y fricción. Para ello podremos contar con:

Colchones de aire
Pieles sintéticas
Algodón y vendas
Almohadas
Placas protectoras autoadhesivas
Alcohol tanino
Gel activador de la circulación
Crema hidratante

Instauraremos medidas de prevención como cambios posturales para variar los puntos de apoyo, siempre manteniendo una postura fisiológica con una frecuencia no mayor de 2 horas y complementándolo con el uso de dispositivos antes citados.

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